No solo alivian tus contracturas y tus dolores musculares. Los masajes, además, te proporcionan alivio emocional, drenando tensiones y angustias que guardabas en tu cuerpo.

Descomprimen tu tensión: Durante el tiempo del masaje, al movilizar las manos por la piel, ese desplazamiento se produce también internamente. Se desbloquean emociones que estaban, en algún punto, comprimidas, abarrotando tu cuerpo. Tal vez viejas angustias, sentimientos que no habías podido expresar, palabras que te atragantaste por dolor, por vergüenza, por no saber cómo decirlas mejor.

Las manos curan: Ya lo sabemos y lo sentimos muchas veces. Más allá de que las manos tienen canales energéticos importantes, ellas y los brazos están directamente conectadas al corazón. Sentirlas, vibrarlas, suavizan, alivian, nos restauran por completo. Un masaje bien hecho nos ayuda brindando contención, presencia, sensorialidad. Y la relajación que nos produce en el cuerpo, no permite derribar barreras internas y limitaciones personales ayudándonos a entregarnos mejor a la vida.

Justo ahora que estamos transitando la energía zodiacal de Aries que activa en nosotros una gran impulsividad, ansiedad y cierto exceso de auto exigencia, es ideal dedicarnos un masaje corporal bajo técnicas que se especialicen en la relajación y la liberación del cuerpo. Te invitamos a probar tus masajes, tratando de registrar cómo te sentías antes y cómo te sentiste después de tu sesión, a nivel emocional.

¿Surgieron sentimientos que estaban guardados? ¿Pudiste dejar ir alguna preocupación que te venía rondando? ¿Cómo se siente tu energía interna?

No esperes a sentir dolor muscular para acercarte a tu masajista de confianza. Probá utilizar esta técnica en forma preventiva y terapéutica abordando aspectos emocionales o energéticos que sientas que necesitás sanar.