¿Por qué meditar?
“Durante la meditación, el cerebro emite formas alfa que son asociadas con la relajación. También vemos las cosas más lentamente a nivel respiración y palpitación, lo que contribuye a generar un estado físico más relajado”, indica el psicólogo clínico Michael Breus, especialista en sueño, en un artículo de The Huffington Post.
Ejercicios para dormir mejor
El sitio institucional de Osho indica que, todas las noches antes de irte a dormir, apagá la luz y sentate en tu cama preparado para dormir, pero quedate sentado durante quince minutos.
Cerrá los ojos y comienza a hacer cualquier sonido monótono sin sentido -por ejemplo: “la,la,la”- y luego esperá a que la mente te provea de nuevos sonidos. Lo único que tenés que recordar es que esos sonidos deben ser en un lenguaje que no conozcas.
Por otro lado la licenciada en Comunicación, María José Paladino, especializada en fitomedicina, reiki y meditación, comparte en S.O.S Mujer un ejercicio propio:
Respiración en tiempos
Buscá un lugar con ventilación. Sentate en postura cómoda y comenzá a observar la postura corporal y el fluir de la respiración natural.
Una vez que estés en este circuito de observación, intervení el fluir del aire de la siguiente manera: – Inhalá en 4 tiempos – Retené en 4 tiempos los pulmones con aire – Exhala en 6 tiempos – Retené los pulmones sin aire en 4 tiempos Volvé a comenzar y repetí este circuito cinco veces. Cuando termines, volvé tu respiración natural y observá los efectos en la mente, emoción y cuerpo.
Respiración Alterna
Este pranayama (ejercicio de respiración) consiste en respirar alternativamente por cada fosa nasal produciendo que la energía se desplace de un hemisferio a otro, creando así un efecto de relajación o activación. La fosa nasal derecha está directamente conectada con la parte simpática del cerebro (hemisferio izquierdo), activador de los “mecanismos de energía y alerta”.
De esta manera, derecha crearas un canal interno de mayor energía en el sistema cuerpo-mente. La izquierda, está directamente conectada con la parte parasimpática del cerebro (hemisferio derecho), que activa los mecanismos de relajación y reparación.
Es decir que de esta manera, te relajarás y calmarás. – Inhalá en 4 tiempos por la fosa nasal que quieras – Retené el aire en 4 tiempos – Exhalá el aire por la fosa nasal contraria en 4 tiempos – Mantenete sin aire durante 4 tiempos – Inhalá por esa misma fosa nasal – Retené el aire en 4 tiempos – Volvé a pasar el aire a la fosa nasal de incio al exhalar – Retené sin aire y volvé a empezar. Toda esta serie de pasos constituye un ciclo. Guiate con los dedos tu mano para llevar la cuenta. Hacé cinco ciclos, volvé a la respiación natural y descansá.
Ejercicio retrospectivo
Sentate en una postura cómoda y repasá con la mente tu día desde que te levantaste hasta ese momento. El objetivo del ejercicio es que te des cuenta cuán presente estuviste en tu día, y si quedó alguna emoción vinculada a algún acontecimiento del día. En ese momento, la hacés consciente y la liberás. Así se limpian limpiamos todos esos recuerdos e imágenes y nos vamos a dormir más tranquilos livianos.
Comprometete con la respiración
Como menciona Kelsang Dechok, un profesor de Budusmo Moderno en Austin, Texas, en The Huffington Post, “las meditaciones con respiraciones simples son una buena manera de empezar”. Concentrate en hacerlo lento y te servirá mucho para relajarte, bajar la presión arterial y lograr una sensación de calma.
Prestá atención a tu cuerpo
Chequeá las diferentes partes de tu cuerpo para localizar y liberar áreas de tensión. Este tipo de meditación puede ser practicado con un guía (hay versiones en audio en Internet disponibles).
Relajá los músculos
Existe una técnica para relajar los músculos tensionando y liberando cada grupo muscular. Tensioná cada área por al menos 5 segundos, relajá durante 30 y luego repetí, como indica el periódico mencionado. Lo podés hacer en la cama.