Febrero y todos nos volvemos más románticos y soñadores. En el mes de los enamorados, lo que debemos recordar no es la cena, ni los bombones, ni la lencería (Aunque todo eso suma y mucho), sino el habilitar espacio en nuestro corazón y en nuestra vida para poder brindar y recibir verdadero amor. Parece fácil, pero no lo es tanto y aunque todos andamos persiguiéndolo, en realidad, no deberíamos correr a ningún lado antes de asegurarnos que estamos listos para encontrarlo. Hoy te compartimos algunas claves para reflexionar acerca de nuestro lugar actual en el amor.

Disponer tu energía: ¿Cuán dispuestos estamos realmente a encontrar un compañero y compartir nuestros sentimientos? Muchas veces, nos quejamos de la soledad y de la falta de pareja estable, pero nuestra energía, en realidad, no está completamente dispuesta a recibirlo. Puede que malas experiencias o situaciones que en el pasado nos han dolido mucho, hayan dejado una marca tan grande en nosotros que hoy, aun, no somos capaces de entregarnos por completo. Esto puede traducirse en temores, falta de confianza, celos infundados, tendencia a no compartir nuestra intimidad y toda clase de comportamientos que tiñen y limitan nuestra verdadera experiencia en las relaciones.

Obsesionarte no te suma: Llega una etapa en nuestra vida en la cual ansiamos profundamente encontrar a otro con quien compartir momentos especiales. Pero, muchas veces, comenzamos a buscarlo tan desesperadamente que ni siquiera vemos lo que tenemos disponible a nuestro alrededor. Si nos sorprendemos a nosotros mismos co-creando situaciones en las que perseguimos amores de todo tipo, entrando y saliendo de relaciones que nunca existieron para la otra persona, entonces detengamos este paso y reflexionemos. Tal vez, lo único que necesitamos es dejar de correr atrás de tesoros idealizados y al detenernos, descubriremos que a nuestro alrededor había un gran amor esperando por nosotros. O quizás, mal que nos pese, todavía necesitamos viajar solos algunas estaciones más.

Brindarte y dejarte conocer: Si ya encontraste con quien compartir tu vida, pero aun sientes limitaciones o temores para poder confiar, recuerda que solo cuando soltamos es que, en verdad, recibimos y si estamos dispuestos a viajar con otros, necesitamos dejarnos ver, para que ese otro también pueda elegirnos.