Tu cuerpo refleja tu estado interior. Entonces, un organismo tensionado, adormecido o demasiado rígido trae como consecuencia un pensamiento poco creativo, limitado a estructuras conocidas y ensimismado, provocando que te pierdas gran parte de lo que pasa a tu alrededor. Hoy te contamos cómo el trabajar tu cuerpo te aporta un pensamiento más positivo y potencia tu creatividad y capacidad de adaptación.
De una nueva postura, surgen nuevas perspectivas: Flexibilizar y trabajar con tu cuerpo, te permite comenzar a mirar con nuevos ojos lo que te rodea. ¿Por qué? Muy sencillo, porque dejas de ensimismarte en un pensamiento circular y te ocupas de otra cosa. Al movilizar tu cuerpo, tu energía deja de enfocarse en los problemas y aparecen, creativamente, las soluciones, las ideas y las respuestas que tanto buscabas.
Estirarte te permite dejar de controlar: Al realizar estiramientos y trabajos de elongación corporal, estamos trabajando también nuestra tendencia a tener todo bajo control. Porque cuando relajo mi cuerpo, me estoy entregando, me estoy soltando. Entonces, potencio la confianza en el Universo y en el fluir natural de las cosas. Durante ese proceso, se libera y se expande nuestra creatividad y espontaneidad.
Reducir estrés mental, libera espacio para lo creativo: En esos días en lo que no sepas qué hacer con tus ideas y tu pensamiento se vuelva circular o abrumador, toma la acción ocupándote de tu cuerpo. Recordando, siempre, que donde ponemos nuestra atención, es donde hacemos crecer algo. Entonces, lo más sano para recuperar nuestra creatividad en momentos difíciles es volver a nuestro centro, haciendo ejercicio, dedicándonos paseos al aire libre o brindándonos una cálida sesión de auto Reiki.
De esta manera, estaremos liberando la tensión mental y nos relajaremos generando apertura para lo nuevo y más limpio. Tu creatividad es tu gran poder de transformar la realidad. Depende de vos potenciarlo o reducirlo.