En tiempos de vacaciones, donde los más chiquitos pasan mucho tiempo en casa y alrededor nuestro, es la oportunidad para compartir con ellos actividades diferentes para lograr comunicarnos mejor con ellos y promover juegos y ejercicios saludables.
Conectarlos con el sol, impulsándolos a jugar afuera, dejando de lado por un momento la Tablet, la tele, las series y video juegos. Andar en bicicleta, correr con ellos, promover que ellos mismos inventen sus juegos para estimular su imaginación y creatividad.
Enseñarles a plantar, a cuidar una flor, a regar un sueño. Impulsarles a poner sus manos en la tierra, cuidar una semilla con amor o ver crecer un arbusto nuevo. Tomar frutas de los árboles listos y comer sobre el pasto recuperando la idea y la diversión de un camping natural.
Practicar un trekking simple en familia, recorriendo juntos, pasando momentos en silencio mientras cada uno observa lo que le llama la atención, compartiendo, después, lo descubierto y las experiencias de cada uno. Seguramente surjan buenas historias que quedarán en la memoria para siempre.
Enseñarles los diferentes elementos de la naturaleza y de qué manera se relacionan con nosotros: Fuego, tierra, aire, agua. Encender un fogón y cantar sus canciones favoritas, cocinar al aire libre.
Que no se pierdan la niñez, la simpleza, la energía del agua, la tibieza del sol.
¡Contanos qué experiencias son las que tus hijos disfrutan más!