En la zona de nuestro pecho (Comenzando desde la garganta) se cumula y se estaciona una gran cantidad de energía de todo aquello que no decimos, que nos manifestamos y que nos mantiene angustiados o encerrados sobre nosotros mismos.
Es necesario habilitar la salida de estas emociones retenidas, para favorecer la salud corporal y mental, evitando los bloqueos y la sensación de estancamiento. Inclusive, aminorando la posibilidad de contraer enfermedades.
Movimientos que podés practicar semanalmente para descongestionar la energía:
Abrir los brazos y elevarlos en paralelo a tus hombros. Expandir el pecho tomando respiraciones profundas y lentas. Para completar el ejercicio, rotar los hombros hacia atrás permitiendo una mayor apertura pectoral.
Masajear con la yema de los dedos toda la zona del pecho y el esternón, con pequeñas rotaciones y presiones. También podés realizar un tamborileo suave sobre esta zona. Acompañá tu práctica con una respiración rítmica, inhalando y exhalando por la nariz.
Generemos el hábito de limpiar nuestro cuerpo a diario y cada semana nos sentiremos mejor.