Este es un ejercicio de meditación guiada que podés utilizar con frecuencia diaria para impulsar la salud y la limpieza en tu cuerpo.
- Recostate, cómodamente, separando un poco tus brazos y tus piernas del tronco del cuerpo.
- Realiza rotaciones de tus pies y de tus muñecas para alivianar tus articulaciones antes de comenzar.
- Cerrá tus ojos y, llevando tu atención a tu manera de respirar, concéntrate en inhalar y exhalar por la nariz para serenarte.
- Con tu imaginación, visualizá el centro de tu cuerpo, justo en tu abdomen, por debajo del ombligo. Conectá con esta zona, con cómo se siente, intentando verla desde adentro.
- Ahora, imaginá como una pequeña pero vibrante luz blanca se enciende, justo allí, y se vuelve cada vez más brillante. Respirala y expandila mentalmente con cada inhalación.
- Esta luz impregna de fuerza y de salud todo tu abdomen, fortaleciéndote desde el centro de tu organismo.
- Nuevamente, tomá una inhalación profunda y con la fuerza interna, esa luz comienza a girar en espiral haciéndose más y más amplia, abarcando cada parte de tu cuerpo, hacia arriba y hacia abajo, hacia adelante y hacia atrás.
- Mientras esta luz te recorre, va sanando cualquier síntoma o dolor que hubieras estado experimentando en este último tiempo. Visualizá cómo la energía empuja y despega el dolor, llevándolo hacia la superficie para que puedas reconocerlo y dejarlo ir.
- Para cerrar tu trabajo, cuando te sientas listo, llevá tus manos a tu abdomen y apóyalas suavemente para sellar la salida de energía, indicándole a tu cuerpo que el ejercicio a terminado.
A medida que vayas practicando y tomando confianza, podrás realizar este ejercicio con mayor consciencia. Quizás veas un color particular en la luz que crece internamente, quizás sientas acompañarlo con alguna melodía o sonido especial o, tal vez, sientas sumar algún cristal (Como el cuarzo verde que trabaja la salud).
Extra Tip
Es una meditación ideal para guiar a otras personas a las que estés acompañando en su proceso de sanación.