Antes, durante y después de un cuadro gripal, el cuerpo siempre se siente igual: Sin energía. Por eso, Reiki es la técnica que queremos recomendarte para restaurar tu salud y tu vitalidad, ayudando a recuperar tu organismo.
¿Cómo?
- Con sesiones diarias y, en lo posible, con más de una.
- Acompañando tu tratamiento Reiki, bebiendo abundante agua para ayudar a eliminar los residuos que, con esta técnica, fuiste limpiando en tu cuerpo.
¿Por qué?
- Porque al trabajar con Reiki, llevás energía vital a tu cuerpo y permitís, básicamente dos mecanismos: Por un lado, ayudás a limpiar las zonas cargadas como el pecho, la garganta, la naríz, la cabeza. Y por otro, recuperás esa energía que perdiste a través del estado gripal. Además, aliviás el dolor general que suelen dar estos cuadros en todo el cuerpo.
- Tené en cuenta que, como beneficio extra, te ayudará a descansar mejor en las noches. Condición, también, necesaria para recuperarte y restaurar tu salud.
Paso a Paso
- Iniciá tu sesión activando tus manos, preparándote con consciencia e intención de sanación.
- Llevá, tus manos a tu cabeza, iniciando allí para que la energía fluya hacia abajo, por todo tu cuerpo. Aliviá la zona de la frente, nariz y garganta, suavizando y liberando tu respiración.
- Continuá, con tu pecho y allí quedate por varios minutos, restaurando toda esa zona (Cuello, corazón y pulmones) que suele exigirse mucho en los cuadros gripales. Aflojá el catarro y dejá ir aquello que estaba oprimiendo y doliendo en tu cuerpo.
- Bajá tus manos, ahora, a la zona de tu abdomen y allí restaurá tu Ki (Energía vital), permitiendo que tu organismo absorba vitalidad y sane.