Últimas semanas del año y no sabemos cómo vamos a lograr llegar al 31 de diciembre en una pieza. Si! el fin de año es estresante y genera emociones encontradas en más de uno. Acá compartimos siete ideas para que este fin de ciclo sea un poco más ameno y disfrutable.
1) Entender que fin de año no significa fin del mundo. Ya sabemos que en estos meses sentimos que el tiempo se termina y debemos correr todo lo que no corrimos los meses anteriores. Pero la verdad es que sólo se trata de un truco de la mente, y de la cultura que nos refuerza esta idea de finales, cuando lo único que termina es el número del año, ya que el primero de enero todos seguimos haciendo exactamente lo mismo que hicimos siempre. Cada vez que te descubras queriendo meter algo más en tu agenda, pregúntate si es algo que podría hacerse un par de meses más adelante. Pregúntate si es imprescindible hacerlo ahora.
2) Elegí en qué vas a poner tu tiempo y energía. Los últimos meses del año en general están cargados de salidas, encuentros, festejos, entregas de trabajos, exámenes, cierres y más. Todo esto trae aparejado un esfuerzo extra que lógicamente nos genera cansancio y nerviosismo. Por eso es importante elegir las batallas que vamos a pelear, y las que sumen esfuerzo extra, mejor dejarlas para otro momento, cuando haya pasado este embudo tan estrecho y exigente.
3) Reconoce que es una época de emociones a flor de piel y prepárate para tener que lidiar con el desborde emocional propio y el de los demás. Si, así es! Fin de año contiene un significado muy variado e intenso. Para algunos representa finales, para otros recuerdos o duelos que aún no sanan, para otros discusiones o desencuentros. Pero para todos fin de año no pasa desapercibido y se siente como va aumentando la sensibilidad a medida que avanzan las semanas. Uno está sensible y los demás también, lo cual es un combo peligroso para cualquier tipo de situación que se deba enfrentar o resolver. Consejo? Tener presente esta intensidad que tenemos todos a flor de piel y tomarnos todo con más serenidad.
4) Acuerdos – Desacuerdos: fiestas, vacaciones, fin de clases, colonia de vacaciones, hay que negociar todos y cada uno de los puntos que aparecen verano tras verano.
Elegir con quién pasar las fiestas o a dónde ir de vacaciones puede ser motivo de discusiones aunque no lo querramos. Qué podemos hacer para atravesar estás negociaciones y salir airosos? Tratar de buscar el consenso, escuchar con una mente abierta y generosa el punto de vista del otro. Darse tiempo para pensar y evaluar las distintas opciones dejando de lado el orgullo. Y sobretodo buscar ganar-ganar. O sea, pensar en el bien de ambos.
5) Darle espacio a la gratitud. Registrar y valorar todo lo hecho hasta ahora puede ayudarnos a tomar conciencia de todo lo logrado, y puede ser momento de levantar un poco el pie del acelerador. Tomarse un tiempo de reflexión y reconocer el camino andado, agradecer por cada uno de los objetivos que se cumplieron a lo largo de los meses, puede ser un bálsamo en medio de las presiones.
6) Poner límite a los excesos de toda clase. Límites a los demás, y límites a nosotros mismos. Límites a los excesos de comida, al exceso de reuniones sociales, al exceso de decisiones de último momento. Entender que todo no se puede, y que fin de año es una época muy estresante de por sí, por lo tanto no será inteligente sumarnos presiones extras. Habrá que tomar buenas decisiones.
Sobretodo las decisiones relativas al autocuidado y al cuidado de la energía disponible. Si nos pasamos de obligaciones, nos pasaremos de cansancio y sólo ganaremos más estrés y mal humor. Poniendo un límite a tiempo podremos disfrutar más de lo que hacemos sin sentir que se pasa la vida y ni la vemos.
7) Tiempo Out: Organízate un tiempo fuera. Busca una opción simple, económica y escapate unos días de tus obligaciones y rutina. No es necesario ir lejos. Tu propia casa se puede convertir en un oasis de calma si pones el cartelito de “no molestar” y te desconectas un poco de teléfono y demás artefactos. Esto te va a ayudar a resetear la energía y ver las cosas con otra perspectiva. Vas a poder tomar distancia de cuestiones que estén causandote estrés y eso te traerá un poco de aire y fuerzas renovadas para hacerle frente al último tramo del año.